La Semilla del Conocimiento

Poner una semilla en la tierra para que germine, crezca y podamos obtener sus frutos tiene un proceso.

Con este proceso que lleva a cabo una planta, te muestro como puede llegar a ser tu proceso de Crecimiento Interior. Es así como actúa cada Rito del Munay-ki en ti.

Así es como funciona la Naturaleza y así es como funcionamos nosotros, porque los seres humanos, Somos Naturaleza y simplemente hemos de mirar en ella para entender como funcionamos nosotros.

Este es el proceso que sigue una Planta:

Nacer –  La planta nace a partir de una semilla que si tiene las condiciones adecuadas, se convertirá en una nueva planta. Pero ninguna planta se origina por sí misma, sino que nace de otra planta que viene a ser la planta madre. Toda semilla para germinar necesita humedad, luz y calor.

Crecer – Desde el momento en que la semilla germina, la planta empieza a crecer. Para poder crecer, las plantas necesitan alimentarse. 

Reproducirse – Toda planta se origina de otra. Esto ocurre porque toda planta tiene la capacidad de dar origen a otras plantas que son su hijas y que a su vez tendrán plantas hijas.
Pero la capacidad de reproducirse no existe desde el momento que una planta nace sino, desde el momento en el que ha alcanzado su forma definitiva y ha llegado al estado de madurez. Cada especie de planta alcanza la madurez en un tiempo determinado, por eso hay especies de hierbas, por ejemplo, que tardan unas pocas semanas en tanto que ciertas especies de árboles pueden tardar algunos años hasta que llegue el momento en que pueden reproducirse.

Este es el proceso que sigue tu conocimiento interior:

Nacer – Tu semilla, que tiene origen en una planta madre, es plantada. Esta semilla germinará con tu agua, tu luz y el calor del fuego.

Crecer – Para que esta semilla de conocimiento crezca, has de alimentarla a través de tus experiencias y tu introspección, o sea, crecerá más o menos fuerte dependiendo de la calidad de tu trabajo interior. Se te puede orientar en cómo alimentarla pero sólo tú sabrás en qué momento y cuanto alimento le vas a proporcionar. Los seres humanos somos diversos así como las diversas plantas que existen en la Tierra.

Reproducirse – Cuando este conocimiento llega a su madurez, es la hora de reproducirlo, de entregarlo a otro ser humano. Algunos tardan meses, otros tardan años. 

En los años que llevo transmitiendo estos conocimientos he visto como muchas personas se desesperan y no siguen alimentando la semilla que ha nacido en ellos. O no son capaces de ver como esta semilla ha germinado en ellos y sienten que no ha ocurrido nada. O simplemente no dejan que madure y empiezan a reproducirla sin dejar que germine y crezca de la forma adecuada.

Mi experiencia ha sido un poco de todo. Mi semilla germinó y creció. No la alimentaba de forma constante, por lo que tardó unos años en madurar. Y la empecé a reproducir sólo cuando me sentí preparada para ello. Además sigo cuidando y alimentando estos conocimientos para que no mueran sino que se hagan fuertes y variados.

¿Que cómo y cuándo sucede esto? Depende única y exclusivamente de ti. Sólo tú puede experimentar y sentir cuando este conocimiento ha adquirido su máximo esplendor para poder reproducirlo.

Yo sólo les digo a los que reciben esta semilla por mi parte, aquí estaré si quieres que compartamos experiencias.

Priscila Méndez Segura

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